Ser hombre es fácil. Naces, creces, te reproduces y mueres.
fácil .
¿A alguien le quedo alguna duda?
Debe ser por eso que siempre he creído que tener hijas es más divertido. Y no solo por el encanto que tienen las niñas y porque cuando ellas dicen "papá" suena a paternidad. Los hombres definitivamente somos diferentes. Y además existe la rivalidad intrínseca de los machos. Por ejemplo a mi papá no le permitiría que tocara a mi madre.
Suerte para el viejo que me tuvo a mí de últimas en su prole y que hizo todo antes que yo pudiera intervenir.
Eso le saque al viejo... La astucia.
Pero no culpo al viejo, después de todo solo estaba cumpliendo su punto número de 3: reproducirse.
Y es que esa es la base de cualquier conocimiento que se quiera emprender del 'fascinante' mundo masculino. Si fueran más atentas nuestras miembros femeninas de la especie, lo único que harían al conocer al hombre de sus sueños, sería una prueba de sangre para medirle el nivel de progesterona y de ahí, hacerle una tablita en donde se podría determinar con exactitud atómica, el comportamiento de esta criatura.
Es increíble que por no saber la naturaleza humana, el mundo esté lleno de violencia y desdicha y eso debemos atribuírselo a las damas. Y aunque no faltaran los filósofos modernos que alegan que cada cual es responsable de cada quien, pues eso sonara bonito pero aparte de servir como material para hacer poemas, no sirve para nada. Son las damas las encargadas del departamento de guerras y batallas.
Y algunas dirán que son los militares y habrá algunas que mencionaran a los terroristas y no faltara el estúpido que mencione que las guerras empiezan porque alguien nos falta al respeto.
Falso infelices. Las guerras empiezan porque no somos tolerantes. (nota del escritor: esta frase de la intolerancia fue tomada sin permiso del libro "Dime quien eres y te diré quién eres" publicado por mí y aun sin escribir.)
Repetición:
Falso infelices. Las guerras empiezan porque somos intolerantes. No estamos lo suficientemente maduros para aceptar que alguien nos dice algo que nuestros delicados oídos no están prestos a escuchar. Y aquí hay algo. Si oyes decir a alguien que "yo acepto a la gente como es", mejor sales a correr. Aparte de ser una frase de cajón resulta ser una advertencia que dice entre otras cosas que tu eres menos que yo, además envuelve una letal manía de analizar comportamientos que no tiene nada de malo en sí, pero en mi corta experiencia he encontrado que aquel que le toca hacerse propaganda de su belleza es que no se la cree.
Y decía que las guerras son culpa de las damas porque nosotros, los violentos de la especie, nos la pasamos la vida queriendo impresionarlas a ustedes y en nuestra vasta imaginación, decidimos que creando bombas nucleares, ustedes caerían a nuestros pies derretidas por un hombre tan creativo.
Eso paso desde el primer cavernícola que no solo andaba con su pedazo de palo para pelear sino que le agrego algún tipo de puntilla clavado en el extremo. Debo admitir que como hombre hasta me sorprende tanto ingenio aunque ante la bomba nuclear me siento más identificado. ¿Qué mujer se me puede resistir con esa arma?
Así que queda claro que las mujeres son las causantes de las guerras y de los desmanes de los ejércitos.
Pero el tema central de este dialogo en solitario no es el fin de las guerras sino sobre la decisión inexistente entre tener hijos o hijas.
Como les decía, prefiero las hijas porque los padres salimos ganando. Los hijos varones tenemos la facilidad de ser invisibles a partir de los 7 años. Y algunos padres hasta gozan de escuchar una voz que no se puede relacionar con un cuerpo humano. Excepto si el tipo es homosexual. Ahí no solo se identifica la voz y el cuerpo, sino hasta el carácter y la personalidad pasando por las manías y perversiones.
Y es que los hombres nos la pasamos los primeros 40 años negando que somos homosexuales y el resto de nuestra vida rezando a que nuestros hijos varones no lo sean o al menos lo sepan ocultar. Y aunque me aparte del tema debo hablar un poco de perversiones aquí. No sé porque razón, desde que tengo uso de razón identifico la homosexualidad con perversiones raras. No me puedo imaginar dos hombres dándose besos y caricias y quedándose dormidos así no más. Dentro de mi cabeza veo látigos, aceites franceses, cadenas, botas de cuero y para los días especiales como san Valentín, hasta puedo ver hombres enmascarados con perritos en la mano. Y si dejo de hablar del tema es por miedo a que alguien mencione que me proyecte. Pero no quisiera acabar mi comentario sin pedirle a nuestros amigos homosexuales que nos comenten sobre las perversiones que la gente cree, que ellos hacen.
El único problema es que no tengo amigos homosexuales porque aprendí desde pequeño que si no me veían con gays, pues sería más fácil para camuflar mis primeros 40 años. Así que me quedare con esa duda.
O a lo mejor tengo amigos homosexuales pero esos infelices se camuflan bien y no los he detectado.
¿De qué estamos hablando?
De los hijos...
Con las hijas uno obtiene un abrazo seguro. Y aunque estén bravas, ellas vienen y te dan un beso. Y es posible que al acercarse a dar ese beso se les olvide la bravura si uno utiliza la oportunidad para decir alguna frase de perdón... por ejemplo:
Hija: Hasta mañana papi. (Cara seria de disgusto)
Padre: Hasta mañana Hija. Báñate los dientes.
Hija: Siempre lo hago.
Padre: OK. Cierra la puerta al salir.
Hija: Estaba abierta cuando entre!!!
Padre: ¿De veras?... Al salir cierra la puerta que encontraste abierta.
Hija: ¿Podría decir 'por favor...no?
Padre: ¡además ya te perdone!
Hija: ¿Me perdonaste? ¿Y también esperas que te de las gracias por no dejarme ir a la fiesta?
Padre: Te lo dejo como opcional.
Hija: El lunes todos estarán diciendo que "a la hija de 'papi' no le dieron permiso de ir a bailar"
Padre: ¿Y qué hay de malo en eso? tu mami tampoco me deja ir a bailar a mí y no me ves llorando.
Hija: aaggggggggggghhhhh *&*&$^%#@@&&
Padre: No olvides cerrar la puerta.
Hija: &*%#&*!#$&%^$#@#$*& ¡MOM! mi papi está hablando de ti.
Padre: ¡Traidora! menos mal no te deje ir a bailar.
Con un hijo varón la cosa seria diferente.
Hijo: ringggggggggggggg
Padre: ¿Alo?
Hijo: Hey viejo..... ¿Te acuerdas de la chica que me dijiste que no me convenía?
Padre: ¿Lupita?
Hijo: Esa. Estabas equivocado de nuevo. El que no me convenía era el novio de ella.
Padre: ¿Raúl?
Hijo: Ese. El tipo salió Karateca y me toco estrenar el bate de béisbol con él.
Padre: Uhhhhhhhhhhh.... ¿y tu como estas?
Hijo: Los médicos dicen que estaré bien en unas dos semanas.
Padre: ¿Estuviste en el hospital?
Hijo: Oh sí, pero fue antes que la policía me detuviera.
Padre: Pero si tú no hiciste nada!!!!
Hijo: Eso les dije pero parece que el karateca salió gallina y además Cantante. Le cantó todo a la policía.
Padre: ¿Que le digo a tu madre?
Hijo: Nada. Ella cree que estoy vendiendo galletas de las girls scouts. ¿Cómo esta mi hermana?
Padre: ¿Cómo te parece que quería ir a una fiesta con las amigas?
Hijo: ¿Espero que no la hayas dejado ir?
Padre: ¡noooo, como crees! a ella nos toca cuidarla. Tú puedes salir porque eres más maduro.
Hijo: OK...me tengo que ir viejo.
Padre: Cuídate hijo.
Pero nos perdimos de nuevo del tema. Y el tema para los que llegaron tarde es la diferencia entre un hombre y una mujer. Algunos filósofos han creído que la diferencia es solo física. Y tienen razón. Es que no podemos imaginarnos lo que un desbalance de hormonas hace en una persona. Todo el truco esta en decidir cuántos miligramos le das a una persona y esta persona se vuelve poeta, pintor o cantante.
Lo mejor de todo es que no tenemos que darle nada a nadie porque ya venimos listos, es solo batir un poco y ya el producto está listo para consumir. Solo que debemos aprender a tratar este producto o lo echaremos a perder.
Y además este tema está siendo escrito para decirles que ser hombre es fácil. Naces, creces, te reproduces y mueres.
¿A alguien le quedo alguna duda?
Pero ser mujer es otro rollo.
Machismo, feminismo, trabajo extra, hongos, quistes, depresión, pelo reseco, exceso de peso y barros en la cara, por mencionar solo algunos 'trastornos' Y eso es si todo sale bien, porque luego vienen las verdaderas complicaciones.
Pero si algo está claro es que la mujer desde niña está protegiendo. Primero a sus hermanos, luego a sus amigos, novios, esposos, hijos y vecinos y para terminar terminan protegiendo a los que le dieron la vida y todo sin preguntar si está bien hecho o si recibirá recompensa.
Y luego cuando creces y tienes edad de tener novio y luego esposo, te cae la carga de cuidar esa relación. Eres tú, hembra de la especie la que lleva la tarea de aprender relaciones humanas, sicología del comportamiento, terapia grupal y en tus ratos libres, tratados de violencia domestica. Y tu diploma llega en forma de quejas, llantos y una que otra vez, en forma de llamada telefónica para informarte que ahora eres parte de las divorciadas.
No es fácil ser mujer. No es fácil que los políticos no piensen en ti como un grupo decisivo.
Tu esposo lo es.
No es fácil que tus hijos te pidan permiso para todo, excepto cuando dices que no. Entonces es tu esposo el que en realidad decide. Si tu matrimonio se disuelve, todos dirán que es tu culpa. Hasta tu madre. A no ser que tu madre viva contigo. Entonces será ella la que se crea culpable y tú además de llorar sola en tu alcoba, deberás salir a darle ánimos a ella.
Es la mujer la que debe salir a trabajar y no solo enfrentarse a su nuevo, jefe y horario sino que además debes contestarle a la sociedad porque es que sales a trabajar. Algunas se defienden tan bien que hasta se llaman "mujeres de éxito" si ellas mismas se compran su comida.
¿Qué serian si no lo hicieran?...
¿De qué se defienden?
Son las mujeres las que sufren las molestias de un periodo mensual, que molesta cuando llega y molesta más cuando no llega y vuelve a molestar cuando decide no volver.
Es la mujer la que aun lucha por demostrar que "también nosotras podemos".
Y esa es la mujer. La que sale a enseñar, la que sale a cocinar, la que sale a vender, la que sale a escribir y la que decide no salir porque su trabajo lo tiene ahí mismo donde duerme.
Es la mujer la que arregla la casa todo el día, le cocina a su familia, la que se preocupa de todos como un antivirus eterno y luego sigue trabajando inventándose mil formas para que esa misma familia vea como trabajo lo que ellos no saben apreciar y a veces ni como trabajo lo catalogan. Es mujer la que sale a correr para quemar esas libritas de mas y se mira al espejo, se arregla cada día para pasarse el resto del día esperar a que le digan linda, sin importar cuánto tiempo lleva en este planeta.
Ser mujer no es cosa fácil y lo digo yo que no lo soy. Porque como hombre estoy exento de esos problemas y no me preocupo, porque la mujer que vino antes de mi se preocupo de que yo no me preocupara.
Es la mujer la que se preocupa por la primer cortada de uña de sus hijos, por cambiarle el pañal, por la leche a sus horas, y la que queda sentada, despierta cuando su bebe, que duerme en otro cuarto solo se mueve y lanza un suspiro. Es ella la que todo el día le habla del padre a su bebe riéndose a veces cuando piensa que no la entiende, pero ella le sigue hablando de ese hombre que llega en la tarde y ella sigue creyendo que su bebe no la entiende hasta el día en que ese bebe hace un esfuerzo supremo para decir...."tata" cuando su padre llega en las tarde.
Así es.... hasta las primeras palabras, ella le enseña que no sean para ella.
Y cuando parece que nada tiene sentido y cuando algunas se creen injustamente tratadas por políticos, gobernantes y solteros, es cuando reciben alguna tarjeta que les da su verdadero reconocimiento.
Como cuando un hijo le dice a su madre..."Eres mi mejor maestra"
Entonces ella ya ni se acuerda que fue lo que ella hizo para que alguien que ella ama, le diga eso. Son las mujeres las que olvidan que han dado su vida para que otro viva mejor.
La mayoría de las veces, ese reconocimiento no llega porque ustedes hacen ese trabajo tan bien que ni se nota.
Y es por eso que si es mejor tener hijas. Porque al vivir con hermanas y luego con hijas uno tiene acceso a un mundo diferente. Porque somos diferentes aunque parezcamos iguales.
¡Una mujer vive! Felicidades a las damas en el día de la mujer.
Y si existe la reencarnación, volveré elegir ser hombre, para tener el gusto de volver a vivir con una de ustedes. Es un honor ser mirado por una mujer.
Porque un hombre nace, crece, se reproduce y muere. Pero aunque parezca simple y si lo miramos detenidamente vamos a descubrir que es hasta más simple de lo que parece, pues la diferencia la hacen ustedes. Nacemos de ustedes, crecemos con sus cuidados, nos reproducimos con ustedes y al morir, solo esperar que sea al lado de alguien que haya sido una madre, una hermana, una amiga, una amante, una mujer y no sé qué cosas más bonitas que ustedes son y que les sale tan fácil. O al menos eso parece desde mi punto de vista.
Vivan las mujeres.
¿A alguien le quedo alguna duda?