Pero ahora imagínate que tienes acceso a esa noticia diez días antes.
Eso paso ayer en New York.
Estuve en el lanzamiento de un nuevo periódico hispano en la capital del mundo. N.Y. Al Día. Saldrá el 20 de Abril, o sea dentro de once días. Y no vayan a creer que es un periodiquito de esos que a uno le ruegan que lo acepte regalado a la entrada del metro. Nada de eso.
Veinte mil ejemplares (20,000) en mil ochocientos puntos de venta (1,800) En New York y New Jersey
Eso sin contar con las modelos que tienen que de por si habla de la seriedad del proyecto. Con decirles que la cámara se me quedo sin batería porque en el proceso de tomarles tantas fotos a esas bellezas pues mi cámara me anuncio que la batería no aguantaba más.
Esa fue una buena noticia ya que así pude poner atención a lo que Juan Carlos Sánchez, el Gerente general y Vicglamar Torres la editora tenían que decir.
Si nunca antes habían escuchado el nombre “Vicglamar”, no los culpo ni se sientan mal. Es toda una historia de amor y terror en donde la imaginación se envuelve con los amores de una pareja de enamorados en donde el muchacho de la historia es un malandró (palabras textuales escuchados por este humilde reportero) y su enamorada es una inocente y bien protegida muchacha venezolana que no duda en emplear claves dignas de un espía de película y utilizan las más diversas formas de comunicación que a la postre daría como resultado una hija: Vicglamar.
¿Qué tenían que decir Juan Carlos y Vicglamar?
Que el periódico salía en momento más apropiado, lo que causo algunas preguntas entre el público que les enfatizo que estábamos en crisis ante lo cual Vicglamar les “recordó” que de las crisis salían las soluciones y agrego que estaban nerviosos pero no asustados.
Por supuesto yo estaba ahí en primera fila escuchándolos y observando a las modelos que coquetamente movían su cabello sin percatarse que mi cámara era un adorno mas.
Juan Carlos Sánchez, el Gerente General igualmente contestaba las preguntas mientras que detrás de él un equipo de personas que él presento, lo respaldaban moralmente. A todos les brillaban los ojos y no era por la cantidad de cámaras que los bombardeaban, sino de la alegría del que sabe que algo está pasando. Curiosamente la mayoría eran mujeres lo que asegura el éxito del periódico y no que los hombres no sepamos hacer las cosas es que cuando una mujer está al mando es como si fueran dos hombres. De hecho había una mujer de estatura pequeña y pelo rizado que aunque bonita y de ojos dulces, se ve de lejos que no necesita tomar sopa de loro para decirle las cosas a cualquiera.
Desde luego yo me atreví a hacerles la prueba de seriedad a este periódico que como les dije se llamara N.Y. Al Día. Me acerque sigiloso sin mi libreta de apuntes para no causar sospecha y presentándome ante Vicglamar se lo dije de sopetón: “me gustaría trabajar con ustedes”.
Me miro de arriba abajo y me dijo que no.
Lo cual es una señal inequívoca de la seriedad de este nuevo periódico. Quede impresionado con la capacidad de detección que tenia esta mujer. Con su respuesta me di cuenta que ya sabía que ningún profesional se va a quedar sin baterías cuando tiene la exclusiva frente a él. Descubrí en su respuesta que no van a aceptar que sus reporteros lleguen al lugar de la noticia sin estar preparados. Descubrí con sorpresa que ella había detectado que ni siquiera la había llamado por su nombre y que eso solo reflejaba mi falta de preparación que se iba a ver reflejado en todo mi trabajo.
¿Por qué creen que hasta ahora la he nombrado como diez veces?
Para poderme grabar ese nombre tan complicado que dejo de ser complicado, cuando ella me conto la historia de los amores de sus padres y como el suegro en cuestión le toco sufrir viendo a su hija cortejada por el único tipo en el pueblo que uno no quiere ni ver en el periódico. Curiosamente, muchos años más tarde, su nieta Vicglamar estaría dando la noticia del nacimiento de un periódico en donde ella es la editora.
Así que la próxima vez que la vea, la llamare por su nombre y ni de riesgo le pediré empleo. Porque es parte de mi nueva estrategia: estar preparado. Desde luego mi cámara estará con batería en buena condición, mas dos o tres baterías extras.
Así que vamos a apoyar a N.Y. Al Día. Circulara de lunes a viernes. Con un valor de $0.40
Para terminar, déjenme decirles que todo esto ocurrió, en el Hotel Paramount, en New York. Ingrid Ossa, que es la directora de recursos humanos parecía el espíritu santo: nunca se veía pero estaba en todos lados y nos atendió de maravilla, incluso yo termine comiendo uvas y fresas con las dos modelos de N.Y. Al Día y desde luego volví a quedar mal, porque estas hermosuras están acostumbradas a que todo el mundo les tome fotos y yo ahí parado disque comiendo pedacitos de manzana con dulce de mora, con una cámara en el pecho y sin mostrar la menor intención de usar mi herramienta. Ya sé que esto me podría traer repercusiones en el futuro. Espero que esas señoritas no hayan pensado mal de mí.
Preparación, esa es la clave y N.Y. Al Día demostró estar preparado y si estamos en crisis, esa gente por estar tan ocupados creando cosas, ni se han dado cuenta. Y yo dizque pidiendo empleo cuando lo que yo necesito no es empleo. Lo que necesito es aprenderme los nombres de las personas.
¿Me van a creer que ni les pregunte el nombre a las modelos?
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