El Mio Blog.

Yo soy de aquella generación que nació en una familia católica.
Es curiosa la frase. ¿No?

Así empiezan diciendo todos los que no ejercen la profesión. Después de eso uno agrega una excusa o dos, que sean lo suficientemente creíbles como para ganar adeptos. Por ejemplo: es que yo no estoy de acuerdo con aquellos que van y se dan golpes de pecho y luego salen a criticar a todo el mundo.

Esa estuvo buena. Después yo agregaría otra más interesante: Si yo voy a misa es porque yo quiero ir y cuando voy, es a rezar y no a mirar quien fue en minifalda y quién no.
Ahí queda uno como buen católico.
O Buen cristiano o buen abogado o buen lo que sea porque la técnica se puede aplicar a cualquier campo en que uno quiera.
Pero es que aquí viene la verdad.

Yo no voy a misa. Primero porque me daba pereza, luego porque encontré cualquier excusa para no ir y luego porque no quiero ir aunque sea cierto eso de las minifaldas.
Total que ayer Sábado fui a misa.
Fue toda una experiencia.

Pero debo decirles porque fui para que todo quede claro.
Fui contratado como fotógrafo en una primera comunión. Debo admitir que fue el interés de unos dólares lo que hizo que me vistiera con mi mejor traje y además llegara a tiempo a la ceremonia.
De hecho llegue una hora antes.

Cuando llegue habían diez personas. El coro ensayaba y yo me senté orgulloso de haber llegado temprano porque eso demuestra profesionalismo, respeto por un compromiso y respeto.
La ceremonia empezó a las ocho de la noche. El sacerdote nos saco a todos porque se invento la consagración del fuego. Yo nunca había visto eso. Resulta que el fuego simboliza el poder de no se qué cosa y había que consagrarlo y luego si prender un cirio gigante y de ese cirio cada feligrés prendería su vela de salvación.

Estaba haciendo frio y yo estaba sin chaqueta y no calcule la salida del templo pues me estaba congelando. Como yo no conocía a las niñas de la primera comunión pues me sentí un poco irresponsable pero en cuanto vi las niñas que se colocaron al lado del cura pues empecé a dispararles fotos adornadas de las llamas que provenían de los leños que el cura encendió.
Solo después descubrí que esas no eran las niñas sino las monaguillas de la iglesia. Perdí como cien fotos que les tome en donde ellas sonreían y jugaban con las velas.

Pronto descubrí las niñas porque se me ocurrió la brillante idea de preguntar.
La misa duro tres horas. No estoy exagerando. Pueden llamar a la parroquia y hacer una investigación. Créanme. Fueron 180 minutos de misa mas 60 minutos adicionales de espera previa.

El párroco era un colombiano que había aprendido ingles y además se notaba a leguas que sabia italiano aprendido tal vez en la basílica de San Pedro. ¿Cómo lo sé? ¡El tipo dio la misa en tres idiomas!. Por eso lo sé.

…Y Jesús dijo a sus discípulos: ¿A quién buscan?. … And Jesus told his disciples: Who are you looking for? …E Gesú disse ai suoi discepoli: chi cercate?

Y así fue toda la ceremonia.
¿Ustedes creen que me toco ir a Google a buscar la traducción de cada palabra? ¡No! Ayer aprendí inglés e italiano.

Comprendí porque la iglesia está perdiendo tantos adeptos. Pocos podemos soportar la misa de tres horas.

Yo desde luego tome las fotos y trataba de no llamar la atención porque si algo nos asusta a los fotógrafos es que el sacerdote tome su micrófono y anuncie: Por favor no tomar fotografías. Please do not take photographs. Si prega di non scattare fotografie.

¡Pero por supuesto que iba a ofender en tres idiomas!

Algunas señoras que estaban cerca de mí se notaban aburridas y yo decidí hacerles alguna anotación que despertó la risa entre ellas generando prospectos de fotografías. Incluso la más joven de ellas, una dama de por lo menos sesenta años me pidió que la fotografiara para enviar las fotografías para su familia.

Si la ceremonia hubiese durado una hora, no hubiese tenido ese contacto, así que la oportunidad se me presento debido a mi paciencia más fuerte que la de los consagrados católicos que se iban despidiendo uno a uno hasta casi desalojar la parroquia.

La dama me pregunto antes de despedirse: ¿Te puedo llamar el lunes?
Y ¿qué le iba a decir yo?
Por supuesto. Of course. Certamente signora.

Ciao bambinos.